Todos los días se levantaba a la misma hora: 4:00 a.m. No importaba si llovía y hacía mucho frío. Encendía la radio y se metía al baño. Salía arreglado, con sus pantalones de vestir y camisa manga larga. Planchado impecable. El detalle final lo daba su sombrero de pita. Con sus gafas puestas salía de su casa para ir a traer las tortillas.