México es centro de origen y diversidad del maíz, uno de los granos más importantes para la seguridad alimentaria mundial, y hoy los transgénicos lo amenazan.
Cada año, México importa de Estados Unidos cerca de 10 millones de toneladas de maíz, de las cuales más del 80 por ciento son de maíz transgénico, debido a que los cultivos convencionales fueron desapareciendo en ese país, en gran medida como consecuencia de la contaminación genética. Las autoridades mexicanas no hacen ningún tipo de monitoreo ni tienen control sobre el maíz importado, por lo cual además de que se puede desviar para siembra y contaminar nuestros maíces nativos, también es posible encontrarlos en muchos de los alimentos industrializados que se venden en nuestro país.