(Tomado de Worldbank)
Un millón de estudiantes de preescolar, primaria y secundaria de escuelas públicas en Nicaragua se beneficiarán de mejores prácticas docentes e infraestructura con la implementación de un préstamo por US$55 millones aprobado ayer por el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial (BM).
El proyecto “Alianza para la Calidad Educativa” (ACE) está alineado con la Estrategia de Alianza de País 2013-2017, en su objetivo de fortalecer las habilidades y el desarrollo integral de los nicaragüenses a través de una mejor calidad en la educación preescolar y básica. El proyecto también cumple con los objetivos planteados en la Estrategia del Sector Educativo 2017-2021.
“El Gobierno de Nicaragua está firmemente comprometido con una educación de calidad que incluye el fortalecimiento de las capacidades pedagógicas de nuestros docentes de preescolar, primaria y secundaria; así como la mejora de los ambientes de aprendizaje de nuestros estudiantes, que contarán con escuelas más seguras y menos vulnerables a desastres naturales, avanzando así en una educación concebida como derecho y rutas educativas protagonizadas por la comunidad educativa”, dijo Miriam Ráudez, Ministra de Educación de Nicaragua.
A fin de fortalecer las prácticas docentes, con este proyecto se darán cursos de formación continua y acompañamiento pedagógico a unos 52 mil educadores en servicio. Entre otros temas, se les impartirá entrenamiento enfocado en género y de desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes; reforzado con evaluaciones de aprendizaje y de desarrollo infantil. Además, estudiantes y docentes recibirán materiales didácticos, lo que asegurará la disponibilidad de instrumentos de trabajo en el aula.
En cuanto a la mejora integral de los ambientes de aprendizaje, el proyecto incluye el desarrollo de infraestructura de calidad. Por un lado, se beneficiará directamente a casi 50 mil estudiantes con escuelas rehabilitadas o ampliadas. Por otro lado, se desarrollarán nuevas normas y protocolos para la construcción de escuelas a nivel nacional, que incorporarán los más altos estándares para reducir la vulnerabilidad ante inundaciones, marejadas ciclónicas y terremotos.