Tomado de www.laprensa.com.ni .- Entre abrazos de familiares, Silvio José Urbina Castro no pudo contener el llanto, poco antes que una juez lo condenara a 41 años y medio de prisión por los delitos de violación agravada y femicidio, en perjuicio de Rosa María Sequeira, a quien estranguló en el barrio Lucidia Mantilla, al sur de la ciudad de Matagalpa.
Sequeira, de 25 años y con problemas de salud, vivía solitaria en una casita forrada con láminas viejas de zinc, y la noche del Jueves Santo el hombre llegó, la violó y estranguló. Luego salió por un hueco en una esquina de la humilde vivienda.
Urbina, de 32 años, insiste en que andaba ebrio y drogado, admitiendo: “Si me hubiera acordado (de la autoría del crimen) me hubiera ido, porque yo llegué a la casa en la noche y en la mañana me bañé y me fui a mi trabajo cuando después la Policía me dice ‘tenés un clavo’. Cuando la persona hace eso se da a la fuga, pero si no se acuerda uno, no se acuerda de nada”.
Afuera del Complejo Judicial de Matagalpa, pobladores de distintas partes, incluso de comunidades rurales, se apostaron ayer con mantas y pancartas exigiendo que Urbina fuera condenado a las penas máximas.