El presunto femicida fue presentado el día ayer por la Policía de Carazo y la familia clama justicia.

Los días y las noches ya no son los mismos desde la tarde del 25 de diciembre del año pasado para la familia de Belinda Alvarado Ortiz, a quien su pareja sentimental le arrebató la vida a punta de golpes.

La ira, el temor, la ansiedad, el dolor y la angustia es notoria en el rostro de su hija mayor de 20 años de edad, quien no ha logrado asimilar que ya no verá nunca más a su madre.

Para su hermano de tres años tampoco es fácil y aunque todavía no entiende lo que pasó, los llantos por las noches por la ausencia de su madre conmueven a la familia.

Ambos hijos de Belinda quedaron en poder de su tía, doña María Isabel Norori, quien por muchos días vivió invadida por el miedo, pues el asesino de su hermana estaba libre y temía que pudiera robar o mandar por el menor de tres años.

“Para mí no es fácil, me parece mentira que nosotros estemos pasando por esta situación, el niño llora y llora pidiendo a su mamá, ya no sé ni qué decirle y mi sobrina ni se diga, ella no acepta que a su madre le haya pasado esto, yo por más fuerzas que les quiera dar no puedo porque al verlos a ellos me recuerdo de ella”, dijo entre llantos Norori por medio de llamada telefónica.

Se dedicaba a la comercialización de mariscos

Belinda Alvarado era una mujer muy conocida en la zona costera de Carazo y en otras playas del país. Habitaba en la comunidad de Huehuete, se dedicaba a la comercialización de mariscos y además era prestamista.

Su principal fuente de ingresos era la compra y venta de pepinos de mar, actividad que aprendió con su primer esposo de origen chino, con el cual mantenía una sociedad.

Alvarado es recordada por sus vecinos y amigos de la costa de Casares como una mujer trabajadora, que luchaba todos los días para sacar adelante a sus dos hijos, pero nunca se imaginó que volverse a enamorar sería el fin de su vida.

Pedro Joaquín González fue su verdugo por más de cuatro años, quien huyó a bordo de una lancha con rumbo desconocido luego de cometer el crimen, según la familia de la víctima, ayudado por varios amigos. 

Fijan audiencia para presunto femicida

La Fiscalía General, realizó la acusación formal en contra de Pedro Joaquín González y debido a su peligrosidad la jueza Socorro López, titular del Juzgado Penal Especializado en Violencia de Carazo, lo mantendrá en la privación de libertad y fijó para el próximo 17 de enero la Audiencia Inicial por el delito de femicidio en perjuicio de Belinda del Carmen. Así lo determinó la jueza, una vez que Pedro Joaquín, fuese apresado por la Policía Nacional en la zona costera llamada Masapa, la madrugada del sábado.

El día de los hechos

El 25 de diciembre del año pasado a eso de las dos de la tarde, Belinda Alvarado se encontraba en el interior de su vivienda en la comunidad de Huehuete zona costera de Jinotepe, con su esposo y varios amigos ingiriendo licor.

Un sobrino de Alvarado se dirigió a la casa de su hermana María Isabel Alvarado Norori, en busca de ayuda ya que se había iniciado una acalorada discusión entre Pedro Joaquín Gonzales y Belinda Alvarado.

Pasaron pocos minutos para que María viera a su hermana casi desfigurada con un golpe visible en la parte izquierda de su ojo y su cabello desaliñado, “Ella me decía que le dolía la cabeza, empezó a vomitar y fue cuando la sacamos en una camioneta hacia el hospital, su hija y una hija mía la llevaron y ellas dicen que en el camino decía que ella sabía que ya no iba a regresar porque sentía que se estaba muriendo”, contó doña María entre sollozos.

Belinda fue llevada en primera instancia al hospital El Maestro de la ciudad de Diriamba, pero debido a la gravedad del caso fue trasladada al hospital escuela Regional Santiago en Jinotepe, donde le dieron dos pre infartos antes de morir. 

“Mi sobrina me llamó por teléfono y me dijo tía venga porque a mi mamá dicen los médicos que ya le dieron dos pre infartos, yo me salí como loca y no dilatamos, cuando llegué a emergencia la estaban asistiendo los médicos, levanté la cortina y ella me volvió a ver y solo vi como su estómago se hundió, ella solo me estaba esperando para morir”, lamentó la hermana de la víctima.

El cuerpo de Belinda fue remitido al Instituto de Medicina Legal, que determinó que un trauma craneoencefálico severo fue la causa de su muerte, asociado a la ingesta de Fosfuro de Aluminio, evidenciando que su pareja sentimental con quien procreó a su niño de tres años de edad, además de golpearla le dio de beber veneno.

El año 2021 cerró con una cifra alta de femicidios

La Organización de Mujeres Católicas con Derecho a Decidir, cierra el año 2021 con 71 casos documentados de femicidios, catalogados como trágicos y difíciles para los huérfanos y las familias de las víctimas.

Martha Flores, activista, defensora de DDHH, y encargada de documentar los casos de violencia machista y femicidios de dicha organización, indica que todos son casos difíciles por la tragedia que dejan en las familias y en la sociedad.

“Nosotros luchamos para documentar cada caso de femicidio, aún con todas las limitantes que tenemos de parte de las autoridades gubernamentales, si estuviéramos juntos en esto, todo sería distinto y menos mujeres estuvieran muriendo en nuestro país”, dijo Flores por medio de llamada telefónica.

Flores añade que la mayoría de los casos documentados están en la impunidad, ya que los agresores han huido, unos han sido capturados, pero han salido gracias a los indultos y en otros casos los dictámenes médicos arrojan muertes naturales, sumersión o infartos, acto que los familiares logran constatar que no es cierto.

En Nicaragua se necesita impartir una educación que nazca en el seno familiar y en las escuelas a temprana edad, ya que existe una cultura machista radicada, donde el gobierno está brindando un mensaje sin conciencia a través de los indultos, olvidando el valor de la vida donde muchas vidas quedan destruidas tras un femicidio, indica la Organización Católicas por el Derecho a Decidir.