En su segundo aniversario el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, presentó el cuarto informe del Observatorio nicaragüense contra la tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes. 

La memoria histórica en ese informe del Colectivo ha sido posible con la ayuda de organizaciones surgida de las personas víctimas de esos tratos crueles y degradantes acontecidos desde abril 2018, hasta la fecha. 

Roger Espinoza, del Grupo de Reflexión de Excarcelados Políticos, Grex, manifiesta que ellos se han dado la tarea de documentar las arbitrariedades y los atropellos cometidos por el régimen a los excarcelados políticos y a las personas privadas de libertad por causas políticas en Nicaragua.  

Como organización de excarcelados hemos documentados  al menos 39 recapturas por parte  de le régimen en los periodos  comprendidos de enero a julio de  2019 y que en fechas posteriores fueron recapturados por  situaciones aun no esclarecidas si ha quedado claro el característica y el orden represivo de este régimen en contra de quienes hemos participado activamente en el contexto de las protestas de abril y que aun en fechas posteriores a nuestra excarcelación decidimos organizarnos para continuar este reclamo de justicia y democracia”. 

A esta organización les preocupa la situación actual que se vive en las cárceles del régimen en medio de una crisis sanitaria la pandemia de COVID- 19 que por experiencia dicen estár “claros que la asistencia médica en los sistemas carcelarios de deplorable y negligente y expone a jóvenes y adultos mayores”, aseveró en su participación Espinoza. 

 Karla Ñamendy, presidenta de la Organización Victimas de Abril OVA y Rodrigo Navarrete, tío del preso político Jaime Navarrete, agradecieron al Colectivo el trabajo que viene realizando, para construir juntos la memoria que hará posible obtener en un futuro justicia legal. 

La reparación que se pueda lograr nunca les devolverá a las víctimas asesinadas, excarcelados y presos políticos sus facultades físicas y mentales, pero tenemos la esperanza que nuestra sufrida Nicaragua, nunca tenga que volver a derramar sangre joven y valientes que tener una patria libre para vivir”. 

Ñamendy manifiesta: “Nuestros días aún son de sufrimiento y carencias de todo tipo, heridas abiertas física y mentalmente sabemos que el colectivo Nicaragua Nunca Más, comparte nuestro dolor y dispuestos a brindar su conocimiento profesional cuando atiende nuestras solicitudes de medidas cautelares”, la Organización Victimas de Abril les pide al Colectivo no dejarlos solos y continuar en la lucha en nombre de todas las víctimas. 

“Los exhortamos a continuar con ese espíritu de compromiso con valores y de honestidad, enviamos abrazos desde las camas y silla de ruedas donde se encuentran nuestros lesionados desde el rincón de las celdas donde se encuentran los presos políticos, de donde se encuentra cada uno de los excarcelados con miedo a ser recapturado y no pode desarrollarnos con una vida normal. Gracias por sus vidas y servicios su compromiso con nuestra querida Nicaragua”. 

El abogado y defensor Carlos Guadamuz, presentó el cuarto informe del observatorio nicaragüense contra la tortura “donde se documenta la forma cruel y aberrante que constituye un crimen contra la humanidad los actos crueles e inhumanos y degradantes que han sido perpetrados por el Estado y sus agentes, manifiesta. 

El Colectivo documento 85 testimonios de víctimas de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes; 72 de las víctimas son hombres y 13 de ellas son mujeres. Estos testimonios narran los horrores de las personas desde el momento de su detención, durante la misma, las amenazas sufridas al momento de su liberación, las consecuencias de la tortura y los actos de hostigamientos y vigilancia policial de las cuales son víctimas”. 

El Colectivo, además, contiene un monitoreo permanente sobre notas, reportajes y denuncias difundidas en distintos medios de comunicación, así como pronunciamientos e informes emitidos por organismos de protección de los derechos humanos. 

Los testimonios y hechos públicos narran una continuidad y sistematicidad de la tortura, desde el inicio de las protestas en abril de 2018 a la fecha enfatiza el abogado. 

Es  un crimen de lesa humanidad que es latente aún en Nicaragua, y que refleja la urgente necesidad de protección, incidencia y condena por parte de la comunidad internacional y nacional en favor de las personas privadas de libertad en Nicaragua, especialmente contra quienes se ha ejercido una particular saña y frecuencia en la práctica de tortura”. 

Este informe presentado contempla los principales hechos de tortura y acciones estatales sucedidas durante el mes de octubre de 2020 a marzo de 2021.