“¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!”, este es el grito acostumbrado en la celebración de la Purísima dentro de la comunidad católica nicaragüense que acostumbra dedicar novenarios y rezos del santo rosario a la virgen María, la madre de Jesús.

Desde el año 1562 Nicaragua fue consagrada a la devoción de la concepción de María y hay dos formas de celebrarla. Algunas parroquias lo hacen con visitas de la imagen de la virgen María en los barrios de su jurisdicción, mientras que otras promueven la tradicional gritería.

Sor Elizabeth Rodríguez es religiosa de la orden salesiana y trabaja con la parroquia San Francisco de Asís en Camoapa. Ella destaca la importancia de esta celebración para la comunidad católica de Nicaragua.

El pasado jueves 29 de noviembre empezó la novena que terminará el siete de diciembre el propio día de la Gritería que se realiza la noche previa al día de la Purísima Concepción de María.

Las instituciones públicas, las organizaciones, las empresas, centros escolares y las familias hacen su propia celebración. La profesora Carla Espinosa dirige el Jardín Infantil Bambi que también celebró la Purísima.

Sofía Flores muestra su devoción a la virgen María en medio de la tradicional Purísima y señala el lugar especial que ocupa en la vida de la gente.

Recientemente el gobierno de Nicaragua pidió a la Unesco el reconocimiento de la festividad de la Gritería del siete de Diciembre como patrimonio cultural de la humanidad. La gestión fue hecha por solicitud de un sector de la iglesia católica y fieles devotos del occidente del país.

Los lugares donde se vive con mayor fervor la tradición de la Purísima es en la zona del pacífico y centro del país, en particular en la ciudad de León, y la capital Managua, aunque la iniciativa ha sido acogida en otros departamentos del país.

La gritería consiste básicamente en la realización de un altar donde se coloca la imagen de la Purísima Concepción de María, las personas devotas llegan al lugar para entonar cantos y recibir la gorra (morral) o brindis preparado con dulces, frutas, granos básicos, juguetes o artículos útiles para el hogar.