La empresa Cereales de Centroamérica S.A, (Cersa) se vio obligada a cerrar sus operaciones en Nicaragua debido a la crisis logística global, además de los efectos que trajo la reforma tributaria impuesta por el gobierno Ortega Murillo en el país desde el pasado 2019, a esto se le suma el deterioro del clima de negocios, y la inseguridad jurídica imperante según reportó el medio Confidencial en un artículo publicado en su sitio web.
Esta decisión de la empresa de cereales produjo que al menos unas 150 personas, se fueran al desempleo en Nicaragua según cuatro fuentes que hablaron con el medio CONFIDENCIAL quienes pidieron el anonimato por miedo a represalias.
Esta empresa en conjunto con otra se encargaba en Centroamérica de procesar los granos de avena que llegaban de Chile o Canadá, para surtir a El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá con productos de la marca Quaker, la cual es propiedad de PepsiCo, dicha transnacional también dueña de las marcas Pepsi, Doritos, Lays, Gatorade y Lipton. La compañía cubre parte del mercado norteamericano, con otra planta que tiene en Guatemala.
Asimismo, se conoce que alrededor de cuatro años atrás, antes de que Cersa, cerrara, la empresa DASA ya había cancelado operaciones, esta empresa se dedicaba al transporte de la avena que se vendía en el mercado local.