(Tomado de LP)
Desde que el gobierno de Nicaragua comenzó a asesinar a los manifestantes, desde el 18 de abril, un poco menos del 10 por ciento de las víctimas han sido niños y adolescentes, un hecho “condenable desde cualquier punto de vista” y que constituye “una violación flagrante de los derechos de los niños” según explicó el vocero de la Coordinadora de la Niñez y Adolescencia (Codeni), Jorge Mendoza.
Según la estadística de la Codeni de los 170 ciudadanos asesinados en el país, 15 eran menores de edad. Además, otro porcentaje, aún no cuantificado, han resultado con heridas de gravedad y han sido víctimas de asedio y hostigamiento de los grupos parapoliciales que operan con total impunidad en el país.
“Lamentamos que las mayores víctimas e invisibilizadas de esta crisis social sean las niñas, niños y adolescentes, producto del ambiente de terror instaurado en el país, afectándoles física, psicológica y emocionalmente”, dice un comunicado de la Codeni.